Los hongos producen grandes pérdidas en la postcosecha y distribución de frutas y verduras, que se soluciona en agricultura convencional a base de antimicóticos (fungicidas), pero… ¿son seguros para nuestra salud?
Uno de los principales enemigos en la distribución de vegetales ecológicos es el moho que puede proliferar en cuestión de horas, especialmente si se recolectaron con mucha humedad o después de llover.
En agricultura convencional los antimicóticos se usan de forma generalizada en todos los vegetales (frutas, verduras, hortalizas, etc.)
Algunos de los más fuertes son los usados en cítricos, plátanos, piñas y melones porque la piel de estas frutas es gruesa y no se suele consumir.
Estos productos penetran en los frutos y no se pueden eliminar al lavarlos. Su consumo puede provocar afecciones renales y hepáticas, así que si estás pensando en hacer mermeladas o postres con las cáscaras de las naranjas o limones, mejor cómpralos ecológicos.
En varios países de la UE se exige indicar en el etiquetado que hay que lavarse las manos después de tocar las frutas tratadas con estos conservantes y que no deben consumirse las cáscaras.
La toxicidad de estos antimicóticos es alta, especialmente para niños y enfermos. Además, puede producir irritación en los ojos y la nariz por contacto, por eso lo de lavarse las manos después de tocarlos.
Los plazos de tolerancia de estos productos suelen rondar los 30 días antes de su consumo o proceso, habitual en fungicidas utilizados antes de meter las frutas, patatas, etc, en cámaras frigoríficas.
Debajo hay algunos de los fungicidas más usados, hay otros como el Imazalil o el diphenyl, que también pueden buscarse en la PAN.
*Información de toxicidad del producto según la PAN (Pesticide Action Network)
E231 y E232: O-fenilfenol, (Ortho-phenylphenol):
Tóxico para los humanos, carcinógeno, toxicidad reproductiva, neurotoxicidad, toxicidad aguda, sospechoso de ser disruptor endocrino.
Altamente corrosivo. En caso de ingestión produce daños en mucosas, ojos y piel, náuseas, vómito y diarrea, hipotensión, fallo cardiaco, edema pulmonar, afección neóurolgica, toxicidad renal y hepática, metahemoglobinemia y hemólisis.
En Europa la legislación actual obliga a indicar en el envase “Frutos encerados con protección fungicida de ortofenilfenol”, pero claro, nunca vemos las cajas de la fruta.
Se comercializa con varias marcas en forma de ceras, normalmente a 2,5L de producto por cada 100 litros de cera, que se aplica a razón de 1L por tonelada de fruta.
E233: Tiabendazol (Thiabendazole):
Tóxico para los humanos, carcinógeno, toxicidad reproductiva, neurotoxicidad, toxicidad aguda.
En caso de ingestión produce mareos, náuseas, vómitos, diarrea, molestias epigástricas, letargo, fiebre, enrojecimiento, escalofríos, erupción cutánea y edema local, dolor de cabeza, tinnitus, parestesia e hipotensión y lesiones hepáticas.
En Europa la legislación actual obliga a indicar en el envase “Frutos encerados con protección fungicida de Tiabendazol”, pero claro, nunca vemos las cajas de la fruta.
Se comercializa con varias marcas, se aplica sumergiendo las frutas en una solución al 0,5% en agua durante 30 segundos o por aspersión.
Este fungida se usa también en peras y manzanas.
El otro día después de comer un plátano me empezaron a picar los ojos yunos minutos después me dio una ataque de alergia con estornudos y lagrimeo que me duro más de una hora. No podía entender lo que me había ocurrido, ahora lo sé
Comentario por blank — 13 mayo, 2010 @ 20:43
Mi hija se tocó la cara después de tocar un kiwi y terminó en el hospital con la cara tan hinchada que no podía abrir un ojo ni casi hablar, se le pasó tras una inyección de corticoides, pero recuperó su aspecto normal tras dos días.
Los médicos dijeron que era una reacción muy grave y que podía ser alérgica al kiwi, pero con los ecológicos nunca le pasó nada y además en las pruebas de alergia que le hicimos con 4 años no dio reacción a esta fruta.
Cuando llegué al hospital (estaba con su madre), se me abrazó y no me soltó durante horas.
No puedo decir lo que pasó porque no analicé el kiwi, pero una cosa está clara, no lo voy a olvidar nunca.
Comentario por skeptic — 16 mayo, 2010 @ 1:27
Holaa., yo termine de cenar y me dio por probar el kiwi que jamás lo había probado antes y a malita hora lo probé !! Me empezó a picar los labios, boca, garganta y del picor a la inflamación y de seguido se me puso el corazón a mil por horas, todo esto con un pequeño trocito !! Jamás lo olvidare !
Comentario por Ana — 19 enero, 2011 @ 0:48
Q ASQUEROSO
Comentario por LOLA MENDEZ — 16 mayo, 2011 @ 0:22
me parece algo irresponsable emplear estos fungicidas. No hay algo mejor que no perjudique la salud gracias
Comentario por sfrv — 25 agosto, 2011 @ 22:04
La opción es no echarle esos productos, pero entonces las mermas son mucho mayores y hay que conservar las frutas en frío, lo que aumenta los costes de distribución.
Precisamente esto es lo que hacemos en la agricultura ecológica, las frutas se estropean con más facilidad pero no tienen tratamientos postcosecha, ni se le ponen herbicidas, ni pesticidas, ni fertilizantes químicos de síntesis, ni siquiera estiércol de granjas intensivas.
Puede que el coste de los alimentos ecológicos sea un poco más alto, pero son productos de mucha más calidad.
Comentario por admin — 26 agosto, 2011 @ 2:05